domingo, 2 de febrero de 2014
Virus y evolucion
Sin los retrovirus endógenos los mamíferos nunca habrían desarrollado la placenta, que protege al feto y le da tiempo suficiente para madurar. Interesante noticia que explica el fenómeno.
http://ciertaciencia.blogspot.com/2011/02/virus.html
http://ciertaciencia.blogspot.com/2011/02/virus.html
Virus, epidemias y revoluciones
Desde la descodificación los virus traen nueva información, integrándose al ADN de la célula, actualizando en el proceso a sus huéspedes. En las epidemias sucede lo mismo aunque a una escala colectiva. Generalmente coinciden con eventos históricos relacionados con transiciones históricas como revoluciones o imprevistos cambios sociales y culturales. Por ejemplo, la fiebre amarilla en América con el triunfo de la Revolución Haitiana de 1802, precursora de las demás independencias en América. La Peste Negra y la crisis del sistema feudal en Europa. En 1720, la Gran Peste de Marsella y la revolución francesa.
jueves, 13 de septiembre de 2012
domingo, 22 de enero de 2012
Cuando la vivencia se convierte en síntoma
En el origen de todos los síntomas (físico, orgánico o funcional; psíquico, trastornos del comportamiento, psiquiátrico, enfermedades genéticas, infecciosas) hay un acontecimiento, un suceso exterior que llamamos el Bioshock.
En el instante de experimentar un Bioshock, el cerebro no siempre tiene una solución concreta y consciente. Deberá pues buscar, de otro modo, una solución. Es evidente que si no tengo alimento aquí, pero que puedo encontrar algo allá, voy a ir allá: busco una solución concreta. Pero si no tengo solución, mi inconsciente inventa una oportunidad suplementaria de supervivencia: a esto se le llama un síntoma.
Para transformarse en síntoma, el Bioshock y su vivencia debe responder a cuatro criterios:
• Ser dramático
• Ser inesperado.
• Vivirse en aislamiento.
• Sin solución durable satisfactoria.
El suceso irresoluble, vivido bajo las anteriores circunstancias, tendrá una respuesta natural y necesaria para la supervivencia a través reacciones involuntarias desde el sistema neurovegetativo entrando así en un estado de simpaticotonía: el síntoma.
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