miércoles, 1 de septiembre de 2010

El insoportable silencio



A partir de un bio-shock, de un evento excepcional, imprevisible e inesperado, para la cual nuestro cuerpo y psiquismo no está preparado ni encuentra una solución conciente, la biología inconciente reacciona y busca una re-solución.

Con los acúfenos, el conflicto refiere a que “el silencio se hace insoportable”. Como reacción biológica entonces se fabrica sonido:

Una mujer se va una semana a Egipto con su marido, y el último día la mujer está preparando la maleta.

—“¿No preparas tu maleta?” —ella le pregunta a su marido.
—“No, a mí me gusta mucho este país, me quedo…” —responde el marido.
—“Estás vacilándome ¿no?, tomamos el avión en tres horas” —ella le responde.

El marido se va a quedar en Egipto sin dar explicación alguna. Regresa a Francia sola y piensa: “…bueno, me va a llamar….” Pero no recibe ningún signo de vida de su marido.

Al cabo de tres años el hombre regresa a casa.

—“…Pero ¿qué has hecho durante todo este tiempo?” —ella le pregunta.
—¿Quieres que me vuelva a ir?” —le responde él.

Está tan contenta de que haya vuelto que no dice nada.

—“¿Qué hay para comer? ¿Qué hay en la televisión esta noche?” —el marido le pregunta.

Y la vida continúa como si no hubiera pasado nada. Pero ella está separada de una explicación que necesita, luego de tres años de silencio.

Unos años más tarde muere el marido. Ella le quería mucho. Su pérdida le trae otro silencio. Esta mujer me comentaba que hay diferentes calidades de silencio: el silencio angustioso mientras él estaba en Egipto, porque no sabía si iba a volver. El silencio mientras estaba él aquí, pero donde había algo a lo que ella no podía acceder, que la separaba de su marido. Y ahora está el silencio del esposo ha fallecido, es un silencio muy vacío.

Hay sinfonías de silencio. También hay silencios muy amorosos, hay silencios llenos de paz,… para ella todo estos silencios son insoportables. Ella fabricaba ruidos en su oído, lo que llamamos acúfenos y hacía trampa con su biología.

Podríamos creer que hay muchos inconvenientes por tener acúfenos, pero hay una ventaja, mientras está el acúfeno, no está el silencio de la ausencia del marido.

1 comentario:

  1. Hola Alejo, muy interesantes tus notas sobre acúfenos.
    Yo tengo el mío.
    Todavía no encuentro la clave.
    Me gusta mucho mucho la desprogamación!, la conocí hace poco tiempo, pero deseo incluirla en mi vida.
    Te mando un saludo desde Buenos Aires

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