sábado, 29 de mayo de 2010

Borrar o Añadir / II

Escrito por Christian Fleche

Por ejemplo, a nivel espiritual: tengo yo una falta de o un demasiado de? Si nací en una familia híper budista, híper católica, híper protestante… y que me obligan sin cesar a ir al culto, hacer esto, practicar aquello… es demasiado. Y de pronto por reacción, Dios no existe, yo borro porque me hartaron. No hay más en el interior porque en el exterior, lo borro, suprimo al interior. Si al contrario, al exterior no hay cultura, no ha y espiritualidad, estaré en el vacío. Tendría una falta de sentido, haría todos los cursos, todos los peregrinajes, todas las sesiones…

Si no ha habido contacto físico, voy a inflarme como un balón. Busco desesperadamente el contacto. Hay al exterior una falta de autoridad, yo me inflo y me voy a encontrar en prisión, porque en últimas yo busco la autoridad, la ley. Imaginemos una pareja. El marido ha sufrido violencia física de una gran presencia física por parte de de su padre y de su madre. De pronto, tiene necesidad de borrarse, de olvidarse: Va a ser flaca, tímida, pequeña y hablar poco. Se borra. A veces está distraído. Desde el momento que hay un problema, el otro no está. Si hay un incendio a la izquierda él no verá sino el lindo árbol que está a la derecha. No hay problemas, todo está bien.

Este hombre se va a casar con una mujer que fue abandonada por sus padres y su familia, ella es un poco gorda, habla mucho, es un poco exuberante y hace muchas actividades.

Frente al mismo incendio, ella se dice que podría haber otro, y que los bomberos no hubieran podido llegar y que el fuego no se prendió al lado pero que hubiera podido suceder y que… ella inventa; ella ve lo que no es.
Esto me hace pensar a los dibujos del humorista, Dubout, quien representa a las mujeres muy voluminosas, con maridos enclenques. Esta pareja nos puede mostrar, una linda patología de pareja.

Recientemente una paciente en consulta me anuncia su matrimonio que se va a realizar en 15 días, ella vive con este señor desde hace 10 años ,pero solo de pensar que se va a casar, ella cree que ya no será igual, que le va a ser infiel, que se va a cansar, que mirará más otras mujeres, etc.

Ella cree, alucina, y añade.

Considerando que ella se estructuró sobre una falta, o una separación, yo le pregunté: Cuál es el duelo que usted no ha hecho, cuál es la separación no hecha, no resuelta? Esto no tenía nada que ver con lo que ella me decía! Ella me revela que ella nunca pudo hacer el duelo con su abuelo. Nunca ha podido sacar esa emoción, ni cambiar el sentido de esta experiencia. Trabajamos durante media hora sobre este duelo.

Después le pregunto: y ahora, su matrimonio?
-Está bien, no hay problema, estoy contenta.
-y su marido, va a serle infiel?
-No, No hay razón para ello.

De alguna manera, no era posible para ella, pero nunca hablamos de ese problema, había que ir al origen, de esa perdida.

Los que añaden

Son personas que inventan que alucinan.
La gente que añade, van a estar siempre en referencia con la falta. En sus frases, oirán a menudo no hay, no está mal, no me siento desafortunada; es menos de lo que yo creía.
Están en referencia, en su lenguaje a lo que no es, si ustedes les preguntan: como se sienten? Ellas responden, no, no está bien! Pero a que ellas están diciendo no? De que hablan? Ellas responden a otra pregunta, ellas hablan de su falta. Ellas están en referencia a lo ausente; ellas están construidas alrededor de una falta. Una mujer me dice un día: En mi vida hay demasiadas faltas. Es una frase muy fuerte.

Los que borran
Para los que borran, hay un peligro, hay mucho allí, entonces su primera reacción es no expresar sus emociones. Hay mucha violencia, muchos shocks, por lo tanto hay que borrar la emoción, borrarse, volverse transparente.

La segunda etapa será no sentir sus emociones. Uno borra hasta su vivencia.
En tercer lugar, uno borra los pensamientos, las opiniones que dieron origen a esa vivencia.
Por último cuarta etapa: Uno borra al ser que piensa, quien puede pensar pensamientos que pueden inducir a la vivencia, el cual puede inducir a la expresión que puede inducir a la violencia…. Uno no existe más.

El borrar, uno lo constata, va más y más lejos. No existiendo yo mismo, estas personas van a veces a reasociarse al otro, llegar a ser el verdugo, el autor de esta violencia exterior. En permanencia uno le quiere dar gusto, uno adivina al otro, uno se vuelve el otro. Uno está en fusión con el otro, en reidentificación con el otro.

Una mujer viene a consulta y me dice : Yo no ví el aviso en la autopista, no ví la salida, y tampoco ví su oficina, es por esto que llego tarde. Ella borra…. Yo supongo demasiado lleno de violencia, de agresividad recibida. Cuando le pregunto cuál ha sido la mayor agresividad recibida, ella comienza a hablar de su madre, una mujer dura, mala, que la desheredó, pero que le pide muy seguido favores. Ella no me habría comentado si yo no hubiera reparado el hecho de borrar que hace amnesias permanentemente.

Una realidad en varios niveles
Esto es que tenemos una realidad en varios niveles: Física, emocional, sexual, intelectual, cultural, espiritual…

Uno puede tener un padre violento, por ejemplo, y de pronto borrar físicamente(entre más uno es ausente físicamente, más uno podrá sobrevivir) pero en otro campo, por ejemplo, intelectual o cultural, es quizás la falta que predomina, y en ese campo uno va crear, inventar, ser curioso, necesita llenar.

Imaginemos que alguien sufre una agresión, él tiene demasiado en negativo, él va a borrar, pierde sus llaves, su billetera, sus papeles, no ve los avisos. Como borra en exceso va a entrar en un conflicto de falta y es insoportable, tiene los dos conflictos. Borra como ha sido agredido. Está obligado a perder sus papeles, simbólicamente, su identidad: quien soy? Tiene interés de no existir, porque sí existe, le da miedo. Luego el pierde todo, olvida. Pero a fuerza de borrar, el corre el riesgo del conflicto inverso: la falta, Así pues tiene que llenar, añadir, crear, alucinar. Pero cuando crea, esto le recuerdo lo demasiado negativo! Es un círculo infernal, un circulo que se auto alimenta.

En terapia, es característico. La persona salta de un lado al otro sin encontrarse. En terapia, se va tratar de separar, distinguir las partes de la persona, por ejemplo poniendo simbólicamente, o imaginariamente uno sobre una silla y el otro en otra. O poniendo a la persona en la sala de espera, simbólicamente, por supuesto, trabajando con la otra parte durante ese tiempo.
Es importante separar esos dos aspectos, si no siempre se van a neutralizar, uno haciendo sufrir al otro, y uno siendo la reparación del otro.

Caín y Abel, primera esquizofrenia de la humanidad.
Los antiguos comentadores, los padres de la iglesia, vieron en las dos figuras de Caín y Abel una sola persona, un solo individuo en conflicto consigo mismo. Es la primera esquizofrenia de la humanidad. El rechaza una parte de él mismo.

Caín es un agricultor y Abel es un pastor. Caín ofrece a Dios y Dios no toma su ofrenda .El tiene un vacio, una falta, no es reconocido. A partir de ese momento, va estar alucinando, inventando. Hay un ojo que lo persigue; el odia a su hermano y lo mata.

Abel, está en demasiado: Demasiada violencia. Luego va a ser borrado. El está en esa muerte simbólica, en una ausencia. Ab- sens (sentido) .Sin padre (Ab) y sin sentido. Yo no tengo padre, no tengo sentido.

Por consiguiente, en este individuo hay una doble realidad: Aquella que se levanta, que se eleva (Abel en hebreo significa vapor, humo),y que es rechazado por el otro. Esta doble realidad de Caín se pone en relieve en el texto bíblico por el empleo del plural: “ Caín y su ofrenda, El (Dios) no considera a Caín y su ofrenda. Esto encolerizó a Caín, y su rostro se descompuso”.

Traducción del francés gracias a Esperanza Niño.

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