La vida a los largo de millones de años se organizó en cuatro etapas sucesivas, siempre buscando garantizar la supervivencia de la especie, así como la del individuo:
1- Garantizar las funciones vitales del organismo: respirar, nutrirse y eliminar los desechos, reproducirse.
2- Protegerse de las posibles agresiones del entorno.
3- Desplazarse y usar la potencia muscular, cotejarla.
4- Mantenerse en pie, fabricar herramientas y comunicarse con los prójimos siendo consciente de la propia identidad.
Si el tiempo transcurrido entre la época Precambiana y nuestros días se representara a lo largo de un año, la primera etapa se situaría hacia el mes de mayo, la segunda hacia junio, la tercera en octubre y la cuarta aparecería entrada la noche del ¡31 de diciembre! Nos damos cuenta de que las dos primeras etapas son consecutivas y dentro del primer trimestre, siendo realmente arcaicas. Mientras que las otras dos siguen el mismo modelo, son modernas.
La evolución de la vida sobre la tierra, esa lucha por adaptarse a los eventos ambientales que la impactan, se refleja directamente en nuestra biología y en nuestra manera de solucionar los conflictos. Sobre estas 4 etapas, nosotros, los humanos, vehiculamos y experimentamos los recuerdos desde nuestra concepción.
Cada una de las anteriores etapas evolutivas se expresa en los diferentes estadios embrionarios que, a su vez, se corresponden con el desarrollo de los diferentes organos. Si algún evento impacta al individuo el conflicto asociado estará igualmente relacionado con la función del órgano. En definitiva, todo se vincula en la búsqueda de una solución: etapa evolutiva = estadio embrionario = función del órgano = re-solución del evento a través de la enfermedad. De esta forma encontraremos cuatro tipos de conflictos:
1- Conflictos relacionados con las funciones vitales.
2- Conflictos relacionados con la protección.
3- Conflictos relacionados con la motricidad, como elemento de acción (gestos y desplazamiento) y como elemento de potencia, de nuestro valor.
4- Conflictos relativos a nuestras relaciones con los demás, nuestro entorno (territorio) y con nosotros mismos (identidad).
Delante de un conflicto, sea cual sea, la Vida que nos quiere y cuya vocación es perpetuarse, hallará una solución biológica de adaptación, como lo ha hecho siempre en el transcurso de la evolución de las especies. Las enfermedades son la prueba de los conflictos ligados a esta adaptación.
Por Marie Jose Dal Zotto
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